Para muchas mujeres e incluso para más hombres cada día, el maquillarse es un ritual necesario para poder relacionarse en el día a día. El maquillaje resalta estéticamente algunas zonas del rostro, como pueden ser los ojos, los labios o las mejillas. Además, hay muchas mujeres que usan asiduamente el maquillaje para ocultar las arrugas que se han formado en su rostro.

Sin embargo, se ha comprobado científicamente que el uso continuado e inadecuado  del maquillaje puede causar en la piel hipersensibilidad así como acné y dermatitis.

Además de estos problemas, un estudio realizado por la Fundación Rementería, en España, concluyó que el maquillaje puede dañar gravemente la salud de los ojos, en especial, en aquellas mujeres que utilizan el rímel habitualmente.

La investigación estudió a 100 mujeres españolas que fueron encuestadas sobre el uso de maquillaje y los efectos secundarios que habían padecido en su rostro, en especial, en los ojos.

Al analizar la información recogida los datos revelaron que una de cada cuatro mujeres había reconocido  que el maquillaje le había provocado irritación en los ojos, además de que también afectó a su vista.

Así, Ocho  de cada diez  mujeres preguntadas afirmaron que más de 3 veces a la semana se maquillan los ojos, elevando el riesgo de que su visión se vea mermada. Al respecto, el profesor Javier Hurtado, encargado de dirigir el estudio, indica que el uso regular de maquillaje “puede tener consecuencias a largo plazo en el ojo, sobre todo en un ojo más sensible”

Para que tus ojos estén protegidos y lo más cuidados posible, los expertos recomiendan maquillar los ojos el menor número de veces posibles.

Así mismo, se recomienda comprar los productos en los comercios establecidos para su venta, ya que los productos que allí se vendan cumplirán con los criterios básicos de salud.

Además, siempre es recomendable, independientemente de su precio, que se usen productos hipo alergénicos, que eviten reacciones cutáneas o de cualquier parte del ojo.

Finalmente, es imprescindible limpiar los ojos de cualquier rastro de maquillaje antes de acostarnos, y conocer la composición de los productos que utilizamos para ello, ya que algunos también pueden ser perjudiciales para nuestros ojos y la piel que los cubre.

¡Hasta la próxima entrada!