Estrabismo: síntomas y tratamiento

En la entrada de hoy os hablamos del estrabismo. Qué es, sus síntomas y  cuál es el tratamiento para esta afección ocular.

El estrabismo es una alteración en la alineación de los ojos al enfocar, de forma que se pierde el paralelismo entre ambos, lo que hace que los dos ojos no apunten en la misma dirección al mismo tiempo. Afecta, por lo tanto, a ambos ojos. Lo habitual es que uno de los ojos tenga mejor agudeza visual y enfoque al frente, mientras que el otro es el que no se sitúa en paralelo.

Algunos síntomas del estrabismo son ojos bizcos, ojos que no siguen la misma dirección, ojos que miran hacia un mismo sitio pero que no tienen la misma dirección, tortícolis o pérdida de visión de un ojo debido a que el cerebro desecha la información de uno de ellos para evitar la visión doble, lo que se denomina ambliopía u ojo vago.

Para conseguir buenos resultados en el tratamiento del estrabismo es muy importante el diagnóstico precoz e iniciar el tratamiento cuanto antes.

El tratamiento del estrabismo pretende reforzar los músculos y conseguir la alineación de los ojos. Para ello el tratamiento más oportuno es la utilización de gafas y la práctica de diversos ejercicios dirigidos al músculo ocular. Para los niños se aconseja que las gafas sean de pasta y de puente bajo.

¡Hasta la próxima entrada!

La diabetes puede producir ceguera

En el post de hoy queremos hablaros de la retinopatía diabética, un trastorno que afecta a los enfermos de diabetes, sobre todo a aquellos que llevan muchos años conbviviendo con la enfermedad.

La retinopatía diabética es una complicación frecuente entre los pacientes que padecen cualquier tipo de diabetes y es un daño progresivo que afecta a los vasos sanguíneos de la retina y que puede llegar a provocar la ceguera total.

Esta dolencia puede empeorar si no hay un buen control de la enfermedad, por lo que es recomendable que todos los que padecen diabetes visiten al oftalmólogo una vez al año.

Cuando esta enfermedad ocular está poco avanzada los capilares del ojo se vuelven porosos y dejan filtrar su líquido y sangre hacia la retina, ocasionando visión borrosa. Es mucho más frecuente y no suele requerir tratamiento. Sin embargo, en los casos en los que la enfermedad está más avanzada, se produce el crecimiento de nuevos y frágiles vasos sanguíneos dentro del ojo. La sangre de esos vasos puede llegar a dañar el humor vítreo bloqueando el paso de la luz y produciendo imágenes borrosas.

Para tratar la retinopatía diabética es fundamental controlar la diabetes así como la presión sanguínea, lo que ayuda a mejorar el pronóstico del paciente. Es más, hay investigaciones que afirman que si se mantienen controlados los niveles de azúcar en sangre, el  colesterol y la presión sanguínea, con seguridad se retrasará el principio y la evolución de la enfermedad.

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Descubre si tus hijos tienen el llamado “ojo vago”

En esta entrada queremos ayudarte a saber si tus hijos o en su defecto los peques de la casa tienen lo que se conoce comúnmente como “ojo vago”.

Lo que en el lenguaje de la calle se conoce como ojo vago, en el argot oftalmológico se llama ambliopía, y  consiste en la baja visión de uno o ambos ojos por una falta de uso en el periodo de desarrollo visual, normalmente antes de los ocho años de edad.

Ésta es una patología que se origina en la infancia, pero si no es diagnosticada y tratada de manera precoz, puede prolongarse durante la edad adulta.

Las principales causas de esta anomalía suelen ser estrabismo, ya que al estar los ojos desviados, el cerebro anula la visión de uno de los dos para no ver doble. Cuando el niño tiene miopía o astigmatismo, también  es probable que se padezca de ojo vago, ya que al llegar las imágenes borrosas al cerebro, éste escoge la visión del ojo menos dañado para conseguir una imagen menos borrosa. Las cataratas son también una de las causas por las que puede presentarse este defecto, así como problemasen la retina.

En la mayoría de las ocasiones, al ver bien por uno de los ojos, el niño se desenvuelve con total normalidad y la ambliopía no es detectada hasta que se acude a una revisión rutinaria por el pediatra, óptico u oftalmólogo.

Por eso, si detectas que el niño no reconoce a sus familiares y allegados de manera correcta en distancias largas, se acerca mucho los objetos a la cara o desvía un ojo, lo más seguro es que padezca de ojo vago y deba acudir al oftalmólogo lo antes posible.

¡Hasta la próxima entrada!

Descubre el astigmatismo y sus síntomas

Como venimos haciendo, en las líneas que vamos a dedicarle hoy a este post vamos a hablaros de otro trastorno visual que es muy común: el astigmatismo.

El astigmatismo es un trastorno ocular caracterizado por una alteración en la curvatura de la córnea, que origina un error de refracción en el ojo. Este trastorno tiene como consecuencia la percepción borrosa de las imágenes.

El origen de esta afección visual  suele ser congénita (presente desde el nacimiento), y en muchas ocasiones está asociada a otros trastornos oculares como la miopía o la hipermetropía. Puede ser también adquirido y, en este caso, se produce como consecuencia de cualquier alteración que cambie la morfología normal de la córnea, como algunas intervenciones quirúrgicas,  enfermedades o traumatismos.

Los síntomas que padece una persona que tiene astigmatismo son vista borrosa, no distinguen bien los detalles y perciben las figuras distorsionadas. En ocasiones también puede experimentarse enrojecimiento de los ojos, sensibilidad excesiva a la luz y hasta ver doble.

Como consecuencia de la visión borrosa se puede sufrir dolor de cabeza o mareos, debido a que el ojo fuerza los músculos para intentar corregir el defecto. Esta acomodación artificial, sin embargo, termina por fallar debido al cansancio visual que provoca, y el astigmático vuelve a ver los objetos borrosos.

Una vez diagnosticado el astigmatismo, y dependiendo de cada caso, el tratamiento será usar gafas y en ocasiones una intervención.

Si utilizas gafas de ver, te recomendamos que eches un vistazo a nuestra colección de gafas con imán, que son muy cómodas y te encantarán.

¡hasta la próxima entrada!

¿Cómo sabes si tienes degeneración macular?

En la entrada de hoy queremos explicaros en qué consiste la degeneración macular y cómo puedes saber si padeces esta enfermedad ocular.

La degeneración macular es un trastorno que destruye lentamente la visión central y aguda.  Este trastorno llega a dificultar tareas como la lectura así como la detección de pequeños detalles. Suele presentarse en personas mayores, en general mayores de 60 años, aunque es más probable en mayores de 75 años.

Algunos de los factores que pueden provocar la aparición de esta dolencia son el ser de raza blanca, tener antecedentes, ser fumador, ser mujer o llevar una dieta poco saludable.

Existen dos tipos de degeneración macular.  En la degeneración macular seca, los vasos sanguíneos que existen debajo de la mácula (una parte de la retina) se vuelven delgados. En ese momento  se forman unos pequeños depósitos amarillos llamados engrosamientos localizados. Si padeces degeneración macular seca, lo más probable es que el primer síntoma sea visión borrosa. Casi siempre, los objetos de la visión llamada central  se ven distorsionados y como opacos. Al principio las tareas diarias se podrán realizar sin problema, y a medida que la enfermedad avanza, una mancha oscura que se percibe en el centro de la visión se va haciendo más y más grande.

El otro tipo de degeneración macular llamada degeneración macular húmeda, ocurre solo en el 10% de los casos. Si padeces este tipo,  lo que sucede es que crecen nuevos vasos sanguíneos bajo la mácula, que dejan escapar sangre y líquido, lo cual causa la mayor parte de la pérdida de visión.

Si padeces degeneración macular húmeda, el síntoma más común es que las líneas rectas se perciben torcidas y onduladas. Como en la seca, también puedes percibir una mancha oscura en el centro de la visión que irá creciendo.

Si crees tener algunos de estos síntomas, lo más recomendable es que acudas al especialista lo antes posible.

¡Hasta la próxima entrada!

Las cataratas y sus síntomas

En estas pocas líneas vamos a explicaros qué son las cataratas y cuáles son sus principales síntomas. Así mismo, os explicaremos en qué consiste el tratamiento de esta dolencia, muy estendida entre las personas de edad avanzada.

Empezaremos diciendo que las cataratas son una telilla que se forma sobre el cristalino y que lo vuelve opaco, por lo que impide que la luz traspase el ojo y ayude a formar las imágenes.

La pérdida de la transparencia del cristalino normalmente se debe al envejecimiento del ojo, aunque en algunas ocasiones esto se produce por traumatismos o enfermedades como la diabetes, radiaciones o algunos medicamentos como los corticoides.

Los síntomas de las cataratas pueden aparecer en cualquier etapa de su formación. A medida que ésta avanza la visión se vuelve más borrosa y turbia. De hecho, algunos pacientes aseguran que la sensación es como si les pusieran una “telilla” delante de los ojos. Éstos síntomas se van acentuando poco a poco, hasta que, cuando la catarata está completa, el paciente ya solo puede ver la luz.

Con respecto a su tratamiento, el único eficaz conocido es la intervención, ya que otros tratamientos de gotas o dietas no ha sido demostrado que fueran eficaces.

Si estás leyendo estas líneas y crees tener alguno de estos síntomas, acude cuanto antes al especialista.

¡hasta la próxima entrada!

Ojos secos, ¿qué hacer?

En el post de hoy queremos hablaros de los ojos secos, una dolencia cada vez más extendida y que, aunque no se trata de una enfermedad grave, hay que saber reconocer y atajar a tiempo.

Las lágrimas son necesarias para lubricar los ojos y para la eliminación de partículas y cuerpos extraños en nuestros ojos. Éstas son necesarias para una buena visión.

Los ojos secos se desarrollan cuando el ojo es incapaz de mantener una capa saludable de lágrimas, y las causas pueden ser diversas.

El ojo seco generalmente se da en personas que normalmente tienen buena salud. Se vuelve más común con la edad. Esto puede ocurrir por cambios hormonales que hacen que los ojos produzcan menos lágrimas.

También existen otras causas de sequedad en los ojos tales como  ambiente o sitio de trabajo seco,  exposición al sol, tabaquismo o el ser fumador pasivo o tomar medicamentos para el asma o las alergias. Así mismo,  el ojo seco también  pueden provocarlo calor o quemaduras, cirugías oculares o algunas enfermedades autoinmunes.

Cuando se tienen los ojos secos, los síntomas suelen ser visión borrosa, ardor, picor etc.

Para paliar los efectos de estas molestias, lo primero que  se ha de hacer es utilizar lágrimas artificiales entre dos y cuatro veces al día. Si esto no funciona se debe aumentar la frecuencia y utilizarlas cada dos horas.

Además, es recomendable evitar fumar o frecuentar lugares con humo, utilizar un humidificador, parpadear más frecuentemente a propósito, descansar la vista con asiduidad, y limpiar varias veces al día las pestañas utilizando compresas húmedas.

Si aún así los síntomas no mejoran, te recomendamos lo de siempre: consulta con tu médico la mejor solución.

¡Hasta la próxima entrada!

El glaucoma, que es y sus tipos

En esta entrada queremos hablaros del glaucoma, una enfermedad del ojo caracterizada por un aumento de la presión dentro del globo ocular que causa un daño progresivo en la retina y a veces pérdida de la visión.

A grandes rasgos, podemos decir que el glaucoma es una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual. Por lo general no presenta síntomas y puede terminar en la pérdida de la visión de manera repentina.

Esta enfermedad resulta grave porque, sin el tratamiento apropiado, puede llevar a la ceguera. La buena noticia es que con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el tratamiento idóneo puede conservarse algo de vista.

Existen varios tipos de glaucoma, siendo el glaucoma de ángulo abierto y el de ángulo cerrado los más comunes.

El glaucoma de ángulo abierto es la forma más común de esta enfermedad ocular, siendo  alrededor del 90% de todos los casos. Este tipo de glaucoma es provocado por la obstrucción lenta de los canales de drenaje, lo que provoca un aumento de la presión ocular.

Se denomina de ángulo abierto ya que  presenta un ángulo amplio y abierto entre el iris y la córnea. Además, se desarrolla lentamente y es una afección para toda la vida.

Por su parte, el glaucoma de ángulo cerrado es una forma menos frecuente de esta dolencia, que es producido por el bloqueo de los canales de drenaje, lo cual provoca un repentino aumento de la presión intraocular.

Este tipo de glaucoma, cuyo nombre le viene de que presenta un ángulo cerrado y estrecho entre el iris y la córnea, se desarrolla rápidamente y tiene síntomas y provoca daños generalmente muy notorios.

¡Hasta la próxima entrada!

Te ayudamos a prevenir las úlceras oculares

Las úlceras en los ojos o úlceras corneales son una dolencia del globo ocular que puede presentarse por distintas causas, y que se reconocen por presentar enrojecimiento en los ojos con lesiones blanquecinas en las córneas.

Si tienes úlceras, los síntomas más frecuentes son dolor en los ojos, lagrimeo, fotofobia,  sensación de tener algún cuerpo extraño y disminución de la agudeza visual.

Las causas de esta dolencia pueden ser diversas, desde las de tipo infeccioso (bacterias y virus), o las no infecciosas, provocadas por enfermedades autoinmunes o traumas, y por último, las que sí podemos evitar en gran medida, que son las úlceras provocadas por infecciones por hongos, el uso de lentes de contacto y aquellas personas que manipulan productos químicos o se dedican a labores de carpintería, soldadura y esmerilado.

En el caso de infecciones por hongos, la manera más lógica de prevenirlos es, por supuesto, evitar todo contacto de los ojos con la posible fuente de hongos. Un lugar muy habitual en el que suelen producirse estas infecciones es en piscinas y en zonas de baño públicas. Por eso, si vamos a abrir los ojos en el agua, nunca está de más utilizar las gafas de buceo, e incluso en este caso, podemos limpiar el ojo después con suero fisiológico.

En el caso de que utilices lentes de contacto, algo muy común es que debido a su prolongado uso, tus ojos se enrojezcan, pero aún así sigas utilizándolas hasta que, por el daño ocasionado a la córnea, te salgan las tan dolorosas y molestas úlceras.

Finalmente, si manipulas habitualmente productos químicos o eres soldador, carpintero etc, lo más eficaz para evitar hacerte úlceras en las córneas es utilizar protección especial en los ojos, y, como nunca está de más, al finalizar, lavarte los ojos con suero.

Pero si, a pesar de todos estos cuidados sientes alguno de los síntomas que te hemos contado al principio, lo más sensato es acudir inmediatamente al especialista, antes de que dicha dolencia vaya a más, ya que, en su forma más aguda, puede llegar a provocar ceguera.

¡Hasta la próxima entrada!

Conoce la hipermetropía y sus causas

En esta ocasión lo que vamos a contaros es qué es la hipermetropía y cuáles son las causas de ese trastorno óptico, así como los síntomas que tiene, para que podáis detectarla a tiempo y actuar en consecuencia.

La hipermetropía es una anomalía o defecto del ojo que consiste en la imposibilidad de ver con claridad los objetos que tenemos cerca. Se debe a un defecto de convergencia del cristalino, que provoca que los rayos luminosos converjan más allá de la retina. Es decir, es un error refractivo, lo que significa que el ojo no refracta o dobla la luz correctamente.

Al igual que la miopía, que es la mala visión de lejos, la hipermetropía es generalmente hereditaria.

La mayoría de los niños son normalmente hipermétropes, pero no experimentan visión borrosa. A no ser que este trastorno o defecto sea muy grave, con la acomodación o enfoque de la imagen, los niños hipermétropes tendrán una visión clara para ver objetos a distancia y de cerca.

De hecho, la mayoría de los niños padecen esta alteración, pero no experimentan síntomas de visión borrosa debido a que, como ya hemos dicho, sus ojos son capaces de doblar los rayos y colocarlos en la retina.

A medida que el ojo crece y se alarga, la hipermetropía disminuye.

Como puede suponerse, algunos de los síntomas de la hipermetropía son tener dificultad con las tareas de ver de cerca como leer, tener la vista cansada, entrecerrar los ojos y frecuentes dolores de cabeza.

Si esto sucede, lo mejor es que se consulte lo antes posible con el oftalmólogo, que te indicará la mejor solución en cada caso.Conoce la hipermetropía y sus causas